La biblioteca escolar debe redactar un plan de trabajo anual a pesar de que incluya medidas que superen ese periodo o que tenga puestas las miras a más largo plazo. Cada biblioteca escolar debe redactar su plan de acuerdo con sus posibilidades tanto humanas como materiales, intentando que sea un documento útil que explique de forma directa, sencilla y sin rodeos simplemente lo que se va a hacer durante ese curso y la finalidad con la que se hace. Un esquema orientativo para redactar el plan de uso de la biblioteca escolar es el siguiente: Automatización y organización de la colección: cómo vamos a organizar la biblioteca. Servicios generales: qué servicios prestaremos al centro y a la comunidad. Apoyo a proyectos del centro: cómo vamos a colaborar en los proyectos que desarrolle el centro. Fomento de la lectura: cómo vamos a fomentar la lectura y la escritura, así como la lengua oral. Servicio de información: cómo vamos a atender a profesorado, alumnado y padres y madres en sus necesidades de información. Servicio de comunicación web: cómo vamos a comunicarnos con nuestros usuarios y con otras personas a través de los medios de internet. Autoevaluación: cómo vamos a detectarlas fortalezas y debilidades de nuestra biblioteca para planificar en el futuro. Usos y horarios: en qué momento y con qué normas se abre la biblioteca escolar Implicación de la comunidad: cómo van a colaborar el alumnado, los padres y madres o la comunidad en general. Otros aspectos: como por ejemplo, el reparto de tareas o las exposiciones.
A continuación, se recopilan unos materiales que pueden contribuir a una mejor organización de nuestra biblioteca.